El origen de la carrera olimpica llamada Maraton

El origen se remonta a las guerras médicas, una serie de conflictos entre el Imperio de Persia y las polis del mundo helénico, que comenzaron en el 490 a.C. y se extendieron hasta el año 449 a.C. Según Heródoto y Tucídides, el pueblo de los helenos fue uno de los que constituyeron el pueblo griego (helenos, pelasgos, dorios y jonios).

Se les conoce como "las guerras médicas" porque "medo" era el término más común con el que los griegos denominaban a los persas, el pueblo dominante en ese imperio.

Hubo tres guerras médicas, todas iniciadas por el espiritu expansionista de los emperadores persas.

La primera (el emperador persa era Darío I), ocurrió en el año 490 a. C.; la segunda (encabezada por Jerjes, heredero de Darío I), entre el 480 a. C. y el 479 a. C.; y la tercera (Artajerjes I), entre los años 471 a. C. y 449 a. C.

Este conflicto entre Persia y la antigua Grecia es considerado el primer enfrentamiento entre Oriente y Occidente.

Las guerras médicas demostraron la superioridad de los griegos en sus tácticas y estrategias militares y su capacidad para enfrentar y detener a un oponente mas numeroso y poderoso, como el Imperio persa.

Fueron determinantes para la historia griega, ya que luego de su victoria, Atenas vivió una época de esplendor de la filosofía, la literatura, las artes y las ciencias, y desarrolló la democracia directa como forma de gobierno.

Segun los historiadores, en el año 490 A.C., Darío, rey del imperio Persa y padre de Jerjes I, no había podido olvidar la rebelión de los griegos, inspiración del levantamiento jónico en Asia menor.

Incluso, se dice en múltiples testimonios que recomendó a su siervo que le recordara el acto de los atenienses a la hora de la comida.

Las ciudades-estado griegas habían aprendido de lo sucedido en Mileto (500 A.C) y, con la democracia como forma de gobierno, se oponían a toda tiranía, razón por cual al ser expulsado Hipias, el tirano de Atenas, buscó alianzas con los persas.

Creyendo que ejército ateniense aún era leal al tirano, Datis, el general del ejército persa, pensó que este se dividiría al llevar a cabo la confrontación con Hipias de su lado.

Después de consolidar la estrategia, tomó como punto de inicio de ataque a la zona costera de Maratón, en la cual congregó unos 50.000 miembros del poder bélico persa. Sin duda, el ejército más grande de la época.

Por otro lado, el general ateniense Milcíades, reunió a unos 10.000 soldados que se dirigieron al punto de encuentro para la batalla, pero hubo un dato que lo sobresaltó: los persas los multiplicaban en número.

Entonces, decidió enviar a uno de sus soldados, Filípides, quien según relatos de Heródoto, corrió durante dos días unos 246 kilómetros hasta llegar a Esparta para pedir ayuda.

Quizas este episodio hoy parece difícil de creer, pero lo cierto es que los soldados de esa época eran verdaderos atletas.

El mensaje de Filípides fue el siguiente: "Hombres de Esparta, los atenienses os piden ayuda y os ruegan que no permanezcáis de brazos cruzados mientras la ciudad más antigua de Grecia es aplastada y sometida por un invasor extranjero. Eretria ya ha sido esclavizada y Grecia se debilita por la pérdida de una buena ciudad".

Los espartanos le contestaron que apoyarían al ejército griego, pero después de las "carneas", una celebración religiosa que tardaba unos diez días y que no permitía batallar o luchar hasta la luna llena.

La situación no podía verse peor para los griegos.

Sin embargo, se encontraron con una sorpresa: la flota en la que viajaba el ejército persa se dividió en dos, enviando unos 20.000 hombres a Atenas (donde las mujeres, niños y adultos estaban solos y desprotegidos), mientras los 30.000 restantes se aprestaban a luchar en Maratón.

Milcíades decidió dar batalla. Aprovechando esta situación, envió a su grupo élite (falanges hoplitas) a los costados y al resto de los miembros al centro, mientras la línea de arqueros persas (letales a 200 metros) bordeaban el campo de batalla.

Allí los atenienses dieron su primer sorpresa. Inesperadamente, disminuyeron la efectividad de los arqueros persas al emprender una avanzada a toda carrera soportando el peso de sus armas y de su armadura (unos 35 kilogramos).

Las falanges griegas avanzaron por los costados y lograron encerrar a los persas que habían penetrado por el centro. La lucha se volvió una masacre de persas, donde muchos de ellos huyeron despavoridos hacia el mar.

Los atenienses habian triunfado ante el imperio.

Pero habia otro problema: el general Milcíades había dado la orden a las mujeres de suicidarse en caso de ver llegar a los barcos persas y no al ejército ateniense. La flota que llevaba al resto del ejercito persa iba en camino y habia que actuar sin mas demora.

Fue cuando, nuevamente, envió a Filípides, quien salió de Maratón a Atenas en una travesía de alrededor 42 kilómetros, en la que todo era desesperacion e incertidumbre.

Las mujeres y el resto de la población estaban preparados para matar a sus propios hijos, destruir la ciudad y luego, suicidarse.

Contra todo pronóstico, el corredor llegó antes que los persas. Cuando entró en la plaza de Atenas, exhausto, con el último aliento gritó: "Victoria" (en griego, "Nike").

Luego de transmitir el mensaje, cayó desplomado y murió. No aguantó el desgaste físico. Con el conocimiento de la victoria, la ciudad cerró sus puertas. Y se salvó.

Cuando el ejército espartano llegó para brindar ayuda quedó atónito tras los miles de cadáveres persas y la consecuente victoria griega.

Filípides, convertido en héroe, es recordado por las maratones que hoy conocemos a traves de los atletas que compiten en cada olimpíada.

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